¿Estás considerando transformar tu piscina en un oasis de agua salada? ¡Entonces estás en el lugar indicado! A continuación, te mostraremos cómo hacerlo realidad de manera sencilla y eficaz.
Seguramente has escuchado que el agua salada en la piscina es más suave para la piel, el cabello y los ojos, y esto es completamente cierto. A diferencia del cloro, que puede generar compuestos nocivos como las cloraminas al entrar en contacto con componentes orgánicos, el agua salada ofrece una experiencia más saludable y confortable.
La exposición continua al cloro puede provocar alergias e irritaciones en la piel, así como problemas respiratorios en ambientes cerrados. Si te encuentras lidiando con estas molestias, la conversión a agua salada puede ser la solución que estás buscando.
La principal diferencia entre una piscina de agua dulce y una de agua salada radica en el método de desinfección. Mientras que en la primera se añade cloro manualmente, en la segunda se aprovecha la sal mediante un proceso de electrólisis para generar cloro de forma natural. Esto garantiza niveles estables de cloro y una experiencia de natación mucho más placentera.
Además, el mantenimiento de una piscina de agua salada es considerablemente más sencillo y menos laborioso que el de una piscina tradicional. Con todas estas ventajas, no es de extrañar que la popularidad de las piscinas de agua salada haya crecido rápidamente en los últimos años.
Si te preguntas si el proceso de conversión es complicado, la respuesta es no. Es un procedimiento bastante simple que puedes realizar tú mismo. Ahora es el momento perfecto para iniciar este cambio, justo antes de que comience la temporada de baño.
1. Precauciones con el revestimiento de tu piscina
El primer paso crucial es considerar el tipo de revestimiento que tiene tu piscina para evitar cualquier daño durante el proceso de conversión.
Si tu piscina cuenta con un revestimiento de vinilo, como en el caso de las piscinas de liner, te complacerá saber que el sistema de cloración de sal es una excelente opción. Esto se debe a que el revestimiento estará expuesto a niveles más bajos de cloro, lo que puede prolongar su vida útil.
Sin embargo, si tu piscina es enterrada y tiene paredes galvanizadas detrás del revestimiento, es crucial vigilar cualquier fuga. Incluso una fuga pequeña puede hacer que el agua salinizada se filtre contra la pared de acero, lo que podría provocar corrosión.
Del mismo modo, las piscinas elevadas con muchas partes metálicas pueden oxidarse con el tiempo debido a la exposición al agua salada. Es importante estar atento a cualquier señal de corrosión.
Por otro lado, si tu piscina es de resina y está sobre el suelo, puedes realizar la conversión sin preocupaciones adicionales sobre la corrosión.
2. Elección del clorador salino
Como hemos explicado anteriormente, el sistema de cloración de agua salada opera al pasar una corriente eléctrica a través del agua salinizada, desencadenando una reacción química por medio de la electrólisis que convierte las moléculas de sal en cloro.
Es esencial comprender que el clorador salino consta de dos partes principales: la celda y el panel de control. La celda es donde ocurre la electrólisis para generar cloro, mientras que el panel de control te permite ajustar la cantidad de cloro producida.
Para seleccionar el clorador salino más adecuado para tu piscina, es importante considerar tres aspectos fundamentales:
Tamaño del clorador salino
Es crucial seleccionar el tamaño adecuado según la capacidad de tu piscina en litros. Si no estás seguro de cuántos litros tiene tu piscina, deberás calcular el volumen de agua total.
Tipos de cloradores salinos
La cantidad de automatización que desees determinará la elección entre diferentes opciones:
- Cloradores Básicos: Estos sistemas te permiten ajustar la cantidad de cloro que se generará y ofrecen funcionalidades básicas.
- Sistemas Más Sofisticados: Si buscas mayor comodidad y control, los sistemas avanzados son ideales. Ofrecen características como lecturas digitales, monitoreo de niveles de sal, limpieza automática de celdas, control de flujo y protecciones contra congelamiento, entre otras funcionalidades avanzadas.
Precio del clorador salino
Al comprar un clorador, es importante encontrar uno que se ajuste a tu presupuesto, pero que al mismo tiempo ofrezca la mejor calidad posible dentro de tus posibilidades financieras. En el mercado, encontrarás una amplia gama de opciones con diferentes precios, así que asegúrate de hacer una investigación exhaustiva para encontrar el equilibrio perfecto entre precio y calidad. Recuerda que invertir en un clorador de alta calidad puede resultar en un mejor rendimiento y durabilidad a largo plazo, lo que puede ahorrarte dinero en reparaciones y reemplazos futuros.
Una vez hayas seleccionado tu clorador salino, el siguiente paso antes de instalarlo y comenzar el proceso de conversión a agua salada es decidir cómo introducir mejor la sal en el agua de la piscina.
Si actualmente estás utilizando un agente antibacteriano en la piscina, puede ser una buena idea drenar la piscina. Esto se debe a que el ingrediente activo de este tipo de desinfectante para piscinas, el polihexametilen biguanida, no es compatible con el cloro. Si no se elimina este agente del agua antes de convertir la piscina en agua salada, el equilibrio del agua no será adecuado y el cloro será menos efectivo para mantenerla limpia.
Tienes dos opciones en este caso: vaciar la piscina y empezar con agua nueva, o “quemar” el agente antibacteriano del agua con una dosis alta de cloro.
Esta última opción hará que el agua de la piscina se vuelva blanca y tardará varios días en disiparse. Una vez que esto suceda, podrás comenzar el proceso de conversión a agua salada.
3. Instalación del clorador salino
La instalación del clorador suele llevar solo unas pocas horas de trabajo, lo que significa que podrás tenerlo funcionando el mismo día sin problemas. Sin embargo, es importante recordar que al trabajar con agua y electricidad, se debe proceder con precaución. Si no te sientes seguro manejando cables eléctricos, herramientas básicas o cortando y pegando tuberías de PVC, es mejor que llames a un profesional para que se encargue de la instalación.
Por otro lado, si te sientes cómodo realizando la instalación, aquí tienes los pasos a seguir:
- Equilibrar el agua de la piscina: Sigue las especificaciones del manual de instalación para equilibrar el agua de la piscina. No siempre es necesario vaciar la piscina para esto.
- Agregar sal: Agrega la cantidad requerida de sal según lo indicado en el manual. Es importante esparcirla por toda la superficie de la piscina y esperar hasta 24 horas para que se disuelva completamente.
- Instalar el panel del clorador: Coloca el panel del clorador en una pared cerca de la plataforma del equipo de la piscina.
- Conectar el panel del clorador a la alimentación: Sigue las especificaciones del manual para conectar el panel del clorador a la alimentación eléctrica de manera segura.
- Instalar la celda del clorador: Coloca la celda del clorador en la tubería de la piscina después del filtro. Asegúrate de que sea la última pieza de equipo antes de que el agua regrese a la piscina y que el agua que pase por la celda esté previamente filtrada.
- Conectar la celda al panel del clorador: Realiza las conexiones necesarias entre la celda y el panel del clorador.
- Encender la bomba de la piscina: Verifica que no haya fugas y deja funcionar la bomba durante varias horas para circular el agua y disolver la sal.
- Encender el clorador de sal: Una vez que todo esté correctamente instalado, enciende el clorador de sal y comienza a disfrutar de tu piscina de agua salada.
Elegir el tipo de sal
Es crucial entender que solo debes utilizar sal específicamente diseñada para piscinas en tu piscina de agua salada.
La pureza de la sal se indica generalmente en los paquetes de productos como un porcentaje. Es importante elegir una sal de alta calidad para piscinas para evitar problemas en el sistema de cloración. Además, asegúrate de añadir la cantidad adecuada de sal para que el nivel de salinidad de tu piscina se mantenga entre 2700 ppm y 3400 ppm, siendo el nivel óptimo alrededor de 3200 ppm. Esto garantizará un equilibrio adecuado en el agua y un funcionamiento eficiente del clorador de sal.
5. Mantenimiento de la piscina
- Prueba el cloro libre y el pH semanalmente: Realiza pruebas semanales para asegurarte de que los niveles de cloro y pH estén dentro de los rangos adecuados para una desinfección eficaz y un agua equilibrada.
- Revisa y limpia el filtro, skimmer y bomba semanalmente: Es importante mantener estos componentes limpios para un funcionamiento óptimo del sistema de filtración y circulación del agua. También asegúrate de limpiar cualquier suciedad que se adhiera a las paredes de la piscina.
- Comprueba la alcalinidad, dureza del calcio, ácido cianúrico, metales y sólidos totales disueltos, y niveles de sal mensualmente: Realiza pruebas mensuales para mantener un equilibrio químico adecuado en el agua de la piscina.
- Aspira el fondo de la piscina al menos una vez al mes: Elimina los residuos y sedimentos del fondo de la piscina para mantenerla limpia y libre de contaminantes.
- Revisa la celda cada tres meses y límpiala según sea necesario con ácido clorhídrico: La acumulación de depósitos en la celda del clorador puede reducir su eficacia, así que asegúrate de revisarla regularmente y limpiarla según sea necesario para prolongar su vida útil.
¡Ahora solo queda que disfrutes al máximo de tu piscina! Con estos cuidados regulares, podrás mantener el agua limpia y saludable para ti y tus invitados.